El inicio de septiembre marcó la eucaristía en este vigésimo tercer Domingo del tiempo ordinario, también primer Domingo del mes de la patria, que la Iglesia también vive como mes de la Palabra, antes llamado mes de la Biblia.

La Palabra de Dios es un tesoro para nuestra vida personal, familiar y social. Acudir a ella frecuentemente engrandece nuestro corazón porque nos une a Cristo, el Señor, en quien toda la Escritura encuentra su pleno sentido.

Por otra parte, orar por Chile y quienes habitamos en esta patria, por quienes ejercen y buscan ejercer cargos de autoridad, es una bella forma de vivir la fe y además de ejercer nuestra ciudadanía preocupados por el bien común.

En las eucaristías del sábado 6 y domingo 7 de septiembre, encabezaron la procesión de entrada los signos de estas dos intenciones: la Palabra de Dios, fuente de vida, en el Leccionario Dominical, y la bandera chilena, símbolo de unidad de nuestro pueblo.

También en la eucaristia de las 11 horas del Domingo se entregó el Nuevo Testamento a los niños y niñas que se preparan para iniciar su vida eucaristía.

Arraigados en la palabra de Dios, amemos a nuestro país y trabajemos porque sea un hogar justo y fraterno.

– Ver homilía de nuestro párroco para este Domingo XXIII del tiempo común

– Ir a especial web de Iglesia.cl sobre el Mes de la Palabra

Imágenes: John Marín